La COVID-19 podría causar más de 20.000 muertos en Haití, anunció el viernes la célula científica del gobierno, en un país en el que las medidas de contención son difícilmente aplicables por la población.
"En el mejor escenario posible, prevemos alrededor de 2.000 decesos, pero si se sigue la evolución de la situación podemos efectuar previsiones y multiplicar esa cifra por cinco, por diez", anunció el epidemiólogo haitiano Patrick Dely.
"Y en un marco catastrófico podemos ir más allá de las 20.000 muertes", agregó durante la primera conferencia de prensa de la célula científica implementada el mes pasado por el gobierno.
Con una población de 11,2 millones de habitantes, Haití está recién en el comienzo de la pandemia de COVID-19, con un total de 72 casos oficialmente registrados y cinco fallecimientos, de acuerdo al último balance de las autoridades sanitarias, publicado el jueves.
Eventuales medidas de confinamiento serían muy difíciles de instaurar en un país en el que la gran mayoría de la población depende de la economía informal para sobrevivir.
El dilema principal del gobierno consiste en reducir los peligros de contaminación sin prohibir a los ciudadanos que continúen trabajando.
El sistema médico haitiano no está en condiciones de afrontar un flujo masivo de pacientes.
La industria textil, que emplea a cerca de 60.000 personas, fue autorizada a retomar parcialmente sus actividades el lunes tras un mes de paralización.
En Haití no existe ningún tipo de subsidio por desempleo, y el salario diario es sumamente bajo, equivalente a unos 4.90 dólares.
Antes de la irrupción de la crisis sanitaria, la ONU estimaba que más del 40% de los haitianos necesitaba una ayuda humanitaria de emergencia.